Control de fronteras: "Bolivia tiene problemas reales, no un alambrado de 200 metros"
Adrián Zigarán es el interventor de Aguas Blancas, el lugar donde se instalará el alambrado fronterizo. En comunicación con Velocidad Argentina afirmó que la obra se pondrá en marcha "lo antes posible" ya que es una zona a la que calificó como "tierra de nadie".
Tras el anuncio de la instalación de un alambrado de 200 metros en la frontera entre Salta y Bolivia, el gobierno del país vecino emitió un comunicado alertando sobre la unilateralidad y el perjuicio de la decisión sobre la relación entre las naciones. Para conversar sobre la medida, Velocidad Argentina se comunicó con Adrián Zigarán, interventor de Aguas Blancas, donde se construirá el cerco. “Ya estamos recibiendo propuestas, la licitación está en marcha”, adelantó.
La decisión fue comunicada en el Boletín Oficial de Salta ante el análisis de la situación migratoria. No se modificaron los requisitos para el cruce, sino que es una medida “física” que busca evitar el paso irregular de personas que hoy se da en la zona. Según el funcionario, la situación de cruce ilegal es algo que viene sucediendo “hace años”. La metodología, explicó, consiste en saltar el muro que existe para retener el agua en caso de que suba el Río Bermejo, y pasar.
Zigarán expresó que no entiende la respuesta de Bolivia ante la situación, ya que “tienen problemas reales y no este alambrado de 200 metros”.
En relación a la situación de la frontera, la calificó como “tierra de nadie” ya que venían sumándose casos de amenazas, homicidios e intentos de asesinato “relacionados al narcotráfico”. Además de la incautación de grandes cantidades de cocaína.
También compartió que al momento de asumir se encontró con “cero derecho administrativo, ni legajos del personal” por lo que está trabajando en “poner orden interno”. La obra se pondrá en marcha “lo antes posible” porque la situación del creciente tráfico de drogas así lo amerita.
En tanto, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia manifestaron a través de un comunicado “preocupación ante el anuncio” del gobierno argentino. Además, en el documento reclamaron un diálogo bilateral “para encontrar soluciones coordinadas a temas en común. Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”.
