El 2024 estuvo marcado por un conflicto sostenido en la educación superior, con masivas movilizaciones en defensa de la universidad pública. Lejos de encontrar soluciones, la crisis se profundiza: docentes y no docentes universitarios no recibieron aumentos salariales en enero, mientras que la inflación acumulada en los 13 meses de gestión de Javier Milei alcanza el 173%.

Francisca Staiti, secretaria general de la Conadu histórica, denunció la falta de convocatoria a paritarias y el deterioro presupuestario de las universidades nacionales en el programa Sin Fin, conducido por Mariela Bosqui. “En 13 meses de gobierno, hemos perdido más del 30% de nuestro poder adquisitivo: hoy podemos comprar apenas el 70% de lo que comprábamos en noviembre de 2022”, advirtió en una reciente entrevista.

“El funcionamiento de las universidades no se limita al pago de servicios: también implica el mantenimiento de laboratorios, investigación, extensión y muchas otras actividades académicas que están en serio riesgo”, explicó Staiti. Actualmente, las universidades nacionales operan con el presupuesto de 2023, sin ninguna actualización pese a la escalada inflacionaria

Docentes que abandonan la universidad y precarización laboral

El deterioro salarial también afecta la estabilidad laboral de los docentes. Según datos de CONADU HISTÓRICA, muchos profesionales dejaron la actividad académica en busca de ingresos que les permitan subsistir. Algunos migran al sector privado, mientras que otros recurren a trabajos ajenos a la educación, como el manejo de transporte por aplicaciones.

“Es una pérdida enorme para la universidad. Son docentes con años de formación, posgrados y capacitaciones. Esa inversión, tanto personal como estatal, se pierde cuando un docente abandona la universidad”, lamentó Staiti. Además, quienes permanecen en el sistema deben tomar múltiples empleos para llegar a fin de mes, lo que afecta la calidad educativa y su bienestar.

La secretaria general de CONADU HISTÓRICA destacó el impacto del multiempleo: “Muchos docentes toman horas en escuelas secundarias, institutos superiores o incluso dentro de la misma universidad, ocupando varios cargos. Lo ideal sería que puedan dedicarse exclusivamente a la universidad, pero hoy la realidad los obliga a diversificar sus fuentes de ingreso. Esto genera estrés, problemas de salud y un impacto negativo en la educación”.

“El plan de lucha comenzará en marzo”

El año pasado, dos movilizaciones multitudinarias —el 23 de abril y el 2 de octubre— promovieron el rechazo al ajuste en educación. Estas marchas contaron con el apoyo de estudiantes, graduados, docentes, familias y sindicatos, demostrando que el conflicto atraviesa a toda la sociedad. Sin embargo, la falta de respuestas del gobierno mantiene en alerta a la comunidad universitaria.

“El problema de la educación universitaria no debería preocupar solo a los estudiantes, sino a toda la sociedad. Muchos padres no saben si sus hijos podrán iniciar su carrera o si quienes cursan el ingreso podrán empezar las clases”, expresó la periodista Mariela Bosqui durante la entrevista con Staiti.

De cara al inicio del ciclo lectivo, CONADU HISTÓRICA convocó a un Congreso el 12 de marzo para definir medidas de acción directa. “No hablamos de un 'no inicio' específico porque cada universidad tiene un calendario distinto, pero el plan de lucha comenzará en marzo”, aseguró Staiti.

“Sin aumentos salariales no podemos garantizar el inicio de clases”