"Adolescencia", la serie de Netflix que aborda la acusación a un chico de 13 años de cometer un crimen, abre diversos interrogantes sobre la comunicación de los jóvenes: qué pasa con las instituciones educativas, cuál es el rol de la familia, qué redes de contención se ofrecen las sociedades actuales. La psicoanalista Marina Begonja dialogó con Mariela Bosqui en Sin Fin y reflexionó sobre algunas de estas preguntas.

“La pandemia fue un momento de crisis que puso en juego toda una experiencia previa, que se exacerbó con el aislamiento, aunque no podemos decir que fue el causal”, sostuvo Bengonja sobre algunas características que se observan hoy en el comportamiento actual de los jóvenes. “Con la ilusión de estar conectados frente a una pantalla estamos cada vez más aislados”, sostuvo.

La psicoanalista resaltó que justamente la adolescencia, el momento que atraviesa el protagonista de la serie, es un momento de crisis para toda subjetividad. "Hay un montón de cosas que se ponen en juego como el duelo por la infancia, por el cuerpo que está cambiando, el acercamiento a una sexualidad con el otro. La serie aborda esto que le pasa al chico en el encuentro con las mujeres, el cómo se siente ser deseado por otro, sentirse feo. Son varias cuestiones que se conjugan”, aseguró sobre la complejidad de su abordaje.

Uno de los puntos sobre los que profundiza la ficción es sobre la comunicación. “Más allá del lenguaje, hay un problema de conexión muy profundo. El lenguaje puede comprenderse si hay un deseo o una intención, pero hoy el adulto está en la vorágine del trabajo, del consumo, de tener que pagar deudas. Y los chicos no encuentran espacio para hablar de sus miedos, de lo que le pasa, del bullying. Ahí también tenemos que responsabilizarnos todos, no solo la familia. No es sermoniar a los chicos sino que, sobre todo, es un tiempo para escuchar porque tienen un montón de cosas para decir”, afirmó Begonja.

Una psicoanalista nos da su mirada sobre la serie "Adolescencia"